El «pinball» del duelo

Ya explicamos anteriormente en otro post algo sobre el duelo centrándonos en la infancia y en pérdidas por fallecimiento de un ser querido.

Esta vez quiero hablar de lo que es el modelo teórico del duelo.

Seguramente alguna vez habréis oído hablar de las “fases o etapas del duelo”. ¿Os suena aquello de “negación, ira, negociación, depresión y aceptación”? Este es el modelo más extendido y fue propuesto por Elisabeth Kubler-Ross en 1969. Vamos a poner un ejemplo para que quede más claro… Imaginaos que os quedáis sin trabajo (por desgracia, dada la situación actual, no hay que hacer un gran esfuerzo de imaginación). Bueno, antes de seguir quiero recordar que el duelo no se produce únicamente por el fallecimiento de un ser querido, sino por cualquier tipo de pérdida: de la salud (por ejemplo ante el diagnóstico de alguna enfermedad terminal), del trabajo, de una relación, de un lugar de residencia, etc. Aclarado esto volvamos al tema… os habíais quedado sin trabajo… El día que te dicen que la empresa tiene que reducir la plantilla y que tú eres uno de los que se van a ir a la calle, en un primer momento seguramente te costará de creértelo, e incluso puedes pensar que se han equivocado, que en cualquier momento te llamarán y te dirán que ha habido una equivocación. No puede ser que eso te pase a ti. Aquí tenemos la primera fase: NEGACIÓN.

Duelo en la infancia

¿Qué es un duelo? El duelo puede definirse como el proceso por el que una persona ha perdido algo de gran importancia para ella, ya sea la muerte de un familiar o amigo, material o espiritual, se adapta a la pérdida y se dispone a vivir sin lo perdido. En este artículo vamos a centrarnos en como atraviesan el duelo, los niños cuando hay una muerte cercana a ellos.

 El duelo no es solo estar triste porque extrañamos a alguien. Sino tener que reorganizar su vida completa. Preguntas como ¿quién me cuidará ahora? o ¿quién más va a morirse? Pueden aflorar en la mente. Se trata de un proceso, puesto que las vivencias van cambiando a lo largo del tiempo, no son estáticas.

Existen ideas o mitos frente a la muerte que consideran que es mejor que los niños se encuentren al margen de los rituales funerarios, con el fin de que no sufran, empeorando aun más la realidad en la que viven. Los niños sienten y sufren mucho ante la pérdida de un ser querido. Debemos decirles la verdad  en todo momento a los niños, ajustándose a un vocabulario que ellos puedan comprender, no camuflándoles las verdades con mentiras del tipo: “El abuelito se ha ido de viaje”, tarde o temprano se enterará de lo que en realidad sucedió, perdiendo la validez y la confianza.